Tras los ventanales de tus ojos
hay un cielo preñado de amenazas
fragmentos de antiguas tempestades.
Enigmática confidencia
de una promesa de amor
que el tiempo dejó en suspenso.
La lámpara de tu mirada
dejó de iluminar
mis horas cargadas
por la desolación.
Se apagaron los sonidos.
Mi pensamiento inerte
se sumergió
entre las sedas de la ficción.
Pobre animal abatido
seducido por la apariencia
del aliento de la vida.
Prisionero insomne en el laberinto
del corazón de la muerte.
(Del libro: “Atropos”. DINOS EDITORES, La Paz, 2017)
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