Cuando digo que están sólo acá.
Necesito tu mano para llegar.
Un mensaje en la casilla no será.
Lo que calme mi ansiedad.
Abrumados por los días.
Sincericidio fatal.
Abnegados de la humanidad.
Un día sonreirán.
Lo importante no es como arribar.
Lo importante es dar.
Una sonrisa me permitirá.
Soñar con un beso fugaz.
En los momentos que vendrán.
Tus brazos se extenderán.
Hay indicios de verdad.
El amor aparecerá.
Carromatos los atropellarán.
La pared sideral.
Mientras vivan los que dicen la verdad.
Los amores fluirán.
La misma mano que mece la cuna.
Es la que percibe mi rostro.
Y sigue las líneas de mi vida.
Cercana a la caricia llegará la adoración.
Sonríes como una niña.
Poseedora de encantos fastuosos.
Máquina hacedora de sueños.
Gritaron al limbo frases locas.
El tacto al vacío.
La mueca final.
Dejarán el sello definitorio.
En el extremo de tu esencia.
Ese episodio de acariciar.
Es el mismo de tocar.
Como protagonistas de lapsos.
Las manos siempre dicen la verdad.
Forman parte de historias dedicadas.
Muy ligadas a la identidad.
Consentidos o no.
Dejaran el cuño de tu valía.
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