Desde el ocaso moribundo
un rayo de luz agonizante
se despide y sonríe meditabundo
Torna sereno e imponente
al otro lado de la tierra;
Muere aquí, nace allá,
espléndidamente.
Es el atardecer su sinfonía,
los ocres y rojizos su vestido,
son nuestros suspiros su alegría.
Es el ocaso nuestro bello desencanto,
es la contradicción de vida y agonía,
es ese espejo, ¡que nos refleja tanto!
Hoy somos vida, luz y alegría,
mañana seremos la sombra,
que arrope un nuevo día.
Rosalba Erazo
Derechos reservados de autor
Colombia
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