Manuel González Álvarez

Manuel González Álvarez, nace en Santa María de Viego (Asturias), localidad muy próxima a Covadonga . Desde muy niño reside en Madrid.

Es un poeta de gran intuición. Todas sus creaciones vienen marcadas con un sello de autenticidad y belleza.

Tiene vocación por rescatar acontecimientos pasados e inmortalizarlos en el presente y una magia al tiempo atrayente e inquietante como lo es siempre la nostalgia.

Sus publicaciones son muy numerosas. Revistas y periódicos de varios países han estampado en sus páginas los cálidos, desgarrados o tiernos versos de este poeta de trayectoria ejemplar , cuya labor literaria se encuentra reflejada en sus anteriores libros publicados: ”Continuación poética“ y “Tramo de Versos“.

En cuanto a distinciones reconocidas en este campo poético, destacamos: Placa y Diploma de Brasil, Argentina y Bluftón (Norte América) Premio de Poesía bilingüe de Catania (Sicilia), Bastremoli (Italia) y Perpiñán (Francia)

Premio Antonio Machado de Collieure (Francia) por quinientos versos bilingües.
Premio de Francophonía en Agen (Francia). Es caballero romántico de la casa de Zamora en Madrid. Dirige el Grupo Ritus Senior de el Club de mayores Juan XXIII Obra social (Asunción Sánchez) donde dice haber encontrado su plenitud, amor y camaradería …

En el 76 aniversario de  la muerte de Don  Antonio Machado

Os invito  a escribir un poema o un relato  a    Don Antonio Machado . poned en el sobre para LA tumba del poeta , luego los leeran o premiaran , eso que importa   El se lo merece.

 

Antonio : En este año he vivido

muchas experiencias nuevas.

Muchos aplausos para ti

al declamar tus poemas.

¡Estás vivo Antonio!

En tantos corazones

que al recordar tus versos

se les vuelven en canciones.

Son tus versos muy sencillos

como lo fueran los míos.

Pero que al andar el camino

se trasforman en bravíos.

Están cruzando los mares

en tu recuerdo y el mío

y los leen en las escuelas

de algún lugar desconocido.

¡Qué bueno ha sido Antonio!

Querer seguir tu camino.

Pensar, pasárselos a otros

sin nigún rumbo o destino.

Meto en un sobre unos versos.

como el que mete una flor.

El destino me lo invento,

con la fuerza del amor.

El otro día alguien me dijo:

Que le enseñara a escribir versos,

que los iba a mandar como yo

por todo el universo…

Tus versos Antonio están

por donde quiera que vas

y se están leyendo, como te digo,

hasta en la América Austral.

Manuel González Álvarez

 

A veces…

 

A veces los amigos

se van y dejan huellas,

a mi se me fue el mío

dejándome  honda pena,

una tarde de otoño

que olía a hierba nueva,

robándole a mi verso

el ritmo y la cadencia.

A mi se me fue el mío

corresponsal de prensa,

un otoño sangriento

“Mal haya sea la guerra”

Que aparta los amigos

que corta las ideas.

Y no es que yo no tengo

amigos que me quieran,

amigos que me sientan.

Pero… es que a veces, te nacen…

como las flores nuevas

y luego se nos marchan

llenando de tristeza,

y no hay quien los reemplace.

Y es que … los habías

moldeado a tu manera .

A veces los amigos

 

 

 

¡Que fragancia daba el bosque

aquel otoño tranquilo!.

Todo el campo era una almohada

de hojas, de retama y pino,

que yo pisaba y pisaba

transportado, como un pájaro mecido.

Las más secas resonaban,

las verdes se iban prensando

al peso del cuerpo hundido.

Mi flama se fue llenando

de aquel olor mortecino

que daban las hojas secas

las retamas y los pinos,

y las piñas y los piñones

y hasta los cardos vecinos .

¡Qué fragancia daba el bosque

de aquel otoño tranquilo!

Las aves estaban alegres

con el follaje caído,

sus crías ya estaban grandes

abandonaron los nidos,

y el bosque era una alfombra

en todo su algarabío.

Cómo me acuerdo gozoso

de aquel otoño en el bosque

entre mis versos perdido,

rimando recuerdos de amores

de aquel ya lejano estío.

A los nombres se me antojaba

el llenarles de adjetivos;

y a Carmen le puse “mimosa”

como aquel sauce caído,

que sus ramas le adornaban

pareciendo un Crucifijo.

Y a María le puse “olores”

porque olía a los mil aromas

que había en los derredores.

Así, entre verso y verso,

preso de aroma y de flores,

pisaba las hojas secas

embriagándome de amores.

 

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Pero hay otoños y hay bosques

que les ha pasado un impío,

y les ha prendido la mecha

y los ha dejado dormidos.

Ya no resuenan las hojas

ni los pies se me han hundido,

ni me ha llegado el olor

de retamas y tomillo.

Sólo cenizas y polvo,

sólo soledad y cirios

parecen los árboles del bosque

calcinados y torcidos.

Ya no hay fragancia en el bosque

y las aves ya se han ido,

o las han quemado vivas.

- Porque pasó un asesino-

Hoy ya no rima mi verso,

hoy ya no brotan mis ripios

para cantarle a María

para adornarla con mimos.

Hoy me brotan maldiciones

exclamaciones y gritos,

para llamarles ¡Cobardes!

!!Asesinos¡¡, !!Asesinos¡¡

¿Pero qué os ha hecho el bosque?

¿Qué os hicieron los pinos?

Los pájaros y las flores

 y los lugares tranquilos,

donde sueñan los poetas,

y donde cantan los mirlos.

Asesinos¡¡, !!Asesinos¡¡.

Hoy ya no rima mi verso

La fragancia  se ha perdido.

No huele  el campo a retama ,

Ni huele el campo a tomillo,

Y el bosque es un cementerio

Donde se pierden los gritos .

 

AL LLEGAR LA MADRUGADA

 

Se me ha quedado dormido

el verso en la madrugada

de estar buscando te-quieros

desde la noche pasada.

Soñé anoche mil amores,

los colocaba en la almohada

poniendo versos y flores

para que no se marcharan.

Más tarde soñé tus besos

los que a veces me negabas,

y también les puse versos

que son jirones del alma.

Soñé con tantas, tantas cosas

allá, en la noche pasada

que se me ha dormido el verso

al llegar la madrugada…