Buscando un corazónEstoy buscando un corazón amigo,
un corazón que sea como un hermano,
alguno que me lleve de la mano
a la paz y al sosiego que persigo.
Más hubo de cizaña que de trigo,
y todo se perdió, fue intento vano
habitar aquel sueño de verano
que imaginé refugio y aun abrigo.
Tan sólo con contar mi desventura,
a un alma que pudiera ser hermana
y compartir con ellla esta amargura,
no sería mi esperanza tan lejana,
¿Dónde hallar un remanso de dulzura?
¿Dónde una luz y dónde una ventana?
¿Dónde fue tanta lumbre?Fuimos sólo relámpagos,
memorias apagadas y destellos cruzando un mar agonizante.
Ahora vemos pasar otros ocasos,
otras albas radiantes,
pero ya no retornan
las irisadas olas
ni los azules pájaros.
Es todo evocación,
trasunto acaso
de otras felices horas.
¿Qué fue de la emoción,
qué de la fiebre,
y qué de la ternura
que al recuerdo acompaña?
Ahora piedra tan sólo,
yerto solar, incuria y pedregales,
invadieron las selvas,
se agostó la verdura,
no es posible el prodigio
de aquella trepadora
planta que al sol robaba
su calor y su aliento.
Ha pasado tan pronto
la luz de aquella lumbre
y ahora rastrojo es
lo que fuese cosecha
de emociones y voces.
Callemos y dejemos
que los cantos se apaguen.
Este ha sido el destino.
Sólo asumir podemos
que ha acabado la escena.
que está la sombra al borde
de estos versos que escribo.
Tan sólo en la igualdadEl animal dominio, la posesión total.
Escrito desde siempre, angelical criatura ,
casi diosa, aunque encerrada, oculta,
inspiradora de pasión flamígera,
mas, siendo tan sublime, frígida como un hielo,
que no arderá jamás , aunque ella inflame
la palpitante carne que la anhela.
Femenina sección, y vengan golpes
para que nunca olvide que es un ángel,
que no ha de hablar y, si mira, ha de hacerlo
tras enlazados dedos, igual que celosía
que no permita ver donde ha puesto sus ojos.
Cuando se rompe el velo y surge el rostro
de aquella que ocultó lo que ella era
al que la amó y la quiso cuando callada estuvo,
estállale la imagen, se aborrasca,
y no sabe qué hacer, ni cómo hacerlo
y entonces se subleva ante el prodigio,
y, ebrio de confusión, refugiase en las sombras
y da muerte al amor, y se hace todo oscuro.
Para que la ignominia no derrote al amor
no sirven las palabras, solo la sangre puede,
en la igualdad, amar y ser amada.
MANUEL PARRA POZUELONOTA BIOGRÁFICA DE MANUEL PARRA POZUELO Nacido en Socuéllamos, en 1942, soy catedrático de Lengua y Literatura Castellana jubilado y profesor de Enseñanza Primaria he recibido numerosas distinciones literarias , entre ellas, el premio Amantes de Teruel, por mi libro Mi voz en otros cantos, y el premio Manuel Molina, del Ateneo de Alicante, por El vulnerado silbo indestructible, he publicado poemarios con estos títulos , un libro de artículos de crítica literaria , en colaboración con Juli Martínez, titulado Algunos de los nuestros, sobre todo Miguel Hernández y un relato mío se encuentra en Relatos Urbanos sin trampa ni cartón.
mparra@postalvia.com