Salvador Moran
Nationality: 108
Email: salmuera53@gmail.com
Nationality: 108
Email: salmuera53@gmail.com
Salvador Morán
Poeta salvadoreño, residente en Estados Unidos de Norteamérica; sus poemas aparecen en George Reyes y Graciela Fernández, eds., Nuestra Voz N° 3 (2017), antología del grupo en línea de poesía lírica Tu Voz, del cual es integrante; también es integrante de la Asociación actuales voces de la poesía latinoamericana (AVPL), fundada y presidida por George Reyes, poeta y ensayista ecuatoriano-mexicano anterior.
SEÑORA POETA
A Alma Del Campo
Desde el fondo hablas, señora poeta,
de la propiedad de las cosas,
de lo abstracto y simple.
Tu verso trasluce tu imagen de rosa
orfebre del símbolo;
se te dio un laúd que no cabe en el mundo.
Llevas el cosmos,
sucesos que esculpen tus huellas,
con firmes pasos
y claridades de un alma nombrada.
Hija de un reino y madre,
eres el todo, circundante de forma,
la luz y el incienso del verso,
creadora de un arte
que abre caminos;
eres paradigma que emulo
en cada pausa y fraseo.
Desde el fondo hablas, señora poeta,
con dominio del vuelo poético
y de las cosas simples.
ME DELATA
Me delata el temor,
la incertidumbre venida en cuclillas
hasta sonar su gran cascabel,
cantando un rosario fortuito.
Nada se parece a la aurora
y empiezo apreciar el tiempo.
Pero la vida se ha ido en sigilo
y es cuando oteo el pasado y futuro;
el presente es ausencia de tiempo
y silencio; no es nada.
Saboreo el café
experto y pájaros vuelan de la memoria
e intento espigar lo que queda de vida
que ya es casi nada; está en agonía.
Mi temor es constante que no parece;
si te has fijado, es epidemia de un lento morir
lo que va de mi mano a la mano tuya.
CARGO EN TI MI TRISTEZA
Y MIS OJOS
Cargo en ti mi tristeza y mis ojos,
zarpazos de soledad.
En tanto vengo y voy surtido en sollozos,
me das tu mano por caridad.
Este olvido ciego, frío, lleno de sombra
nos deja al filo del pozo,
urdiendo un pensar,
que nos ahoga en cinismo.
Lo que cargo también en ti mi tristeza y ojos
es un espejo
que habla de quien como tú no ha tocado la luz.
DESDE LA OTRA SOLEDAD
Desde la otra orilla llamada soledad
te escribo mi nombre
con la mirada hacia el ocaso,
a tu voz, campana de mi memoria,
hasta el atardecer caluroso
desmemoriado del rostro.
Te fuiste acostumbrando cual flor
en el amanecer bañada en silencio
con el sonido del rocío y alba.
Entregándote a tu soledad
escribes mi nombre,
traspasando recuerdos y lágrimas.