Mariela Jose Fina Lugo Garcia
Nationality: 137
Email: diocema@hotmail.com
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Mariela Jose Fina Lugo Garcia
Profesora egresada de la Universidad Pedagógica de Barquisimeto mención castelllano y literatura. 40 años de experiencia docente.
Conferenciaste en diversas instituciones educativas en el área de la literatura y formación de valores. Presidenta de asociación de poetas y escritores de Yaritagua estado Yaracuy. Participante de la programación literaria de la biblioteca “Oswaldo Méndez” de Yaritagua estado Yaracuy.
Galardonada con reconocimientos a nivel municipal, estatal por trabajo docente cumplido en el estado.
El trasluz tenue de las nubes de Junio dibuja silbidos de distancias.
bruma y quietud envolvieron la rigidez de tu ser,
cuando la mañana se llevó tu voz,
y pronunciabas la postrera palabra de las horas quietas…¡Mi hija..!
Se ocultó el sonido de la herencia,
tu mano soltó el balancín que aguantaba el columpio de mis sueños.
¡Sé que no estás!
¿Fue acaso la luna llanera la que hizo tu viaje?
¿O fue la faena la que ahogó tu respirar?.
Te veo venir presuroso, sofocado de horas,
la brisa incansable mueve el lino, aferrado a tu corbata,
el brillo del anillo de la patria confunde su estructura,
con la cuarta campanada azul del día
que agoniza lentamente con el último rayo de sol.
¿Quién soy sin ti?
Las voces lejanas murmuran respuesta de aromas sin flores,
un oso azul de pelambre suave vuelve a mirarme con sus ojos redondos,
mi mano pequeña busca en la penumbra la huella guardada en la soledad
del último suspiro de tu fatiga.
La herencia ha transcurrido, los ideales fueron sepultados
El blanco de lucha y prisión solo enjugó lágrimas de miedo y triunfo
¡Sé que no estás!
Te encuentro en alguna carrera truncada,
en un ave enjaulada en espera de combate,
en tu mano alzada con la bendición de cada ahijado
en la piel áspera de tu diestra del último compadre,
en la silla corroída que guarda gritos d dolor,
en el amor que me hace falta en las horas de reposo silente,
en la esperanzas de devolverte los recuerdos cuando
tu memoria se perdió entre momentos,
Aun te busco en la silla negra del silencio,
en los hermanos inexistentes para llorar tu ausencia dura.
¡Sé que no estas ¡
La luna llanera guardó tus palabras
Las llevó a la vereda donde me esperas,
Allí me darás la mano, ayudarás mi tránsito
Y no volveré a tropezar, porque estarás conmigo.
¡Sé que no estás!