Martha Margarita Moschini
Vive en la ciudad de Córdoba, Argentina. Es profesora y licenciada en gestión educativa. Se desempeñó como docente de nivel medio diurno y para adultos; en el equipo técnico-pedagógico de formación profesional y en el dictado de talleres de orientación laboral. Actualmente jubilada. Desde adolescente le interesó leer, particularmente las novelas clásicas de la literatura universal. En el profesorado comenzó a disfrutar de la filosofía. Hoy prefiere el cuento y especialmente la poesía.
Participa de talleres anuales de Sicología y Literatura. Es miembro del Club de Lectores de la Biblioteca del CEPRAM Córdoba
Descubrió el placer de escribir y que podía, hace muy poco tiempo. Su primera publicación fue en la antología del taller literario: “Cuando de escribir se trata”.
Participó en el 4to. Certamen Internacional de Siglema 575, siendo seleccionados dos de sus poesías para formar parte de la antología Siglema 575 “Di lo que quieres decir” 2018, organizado por Scriba NYC Soluciones Integrales de Lenguaje.
Quiero parar el tiempo
Quiero jugar contigo como un niño,
con inocencia, sin preguntas sin respuestas,
entregados al juego.
Quiero ser cómplice en la mirada,
vibrar con el roce distraído,
la caricia espontánea, la charla distendida,
el mate como escusa, el contame y te cuento
y el acuerdo tácito del placer compartido.
Quiero parar el tiempo.
Quiero quedarme quieta aprisionada y libre,
fundirme en tu abrazo largo y lento….
volar por cielos insondables,
respirar tu ternura y sentir
esa emoción profunda
que me desborda el alma…
Sentirte y que me sientas….
Y quedarme allí….
Quiero jugar contigo como un niño
siempre, más allá del tiempo.
El hombre y el tiempo
Como un viejo reloj que nadie mira
corre intrépido empujando la infancia.
Atribulado transita el tramo que adolece.
Parado allí avizora la plenitud cercana
Llega y se instala, radiante y procaz
pensando “aquí me quedo”
Descubre, edifica, inventa, crea
Construye, aniquila, acomete, retrocede
Corre, vuela, puede..! llora y canta
La soberbia le nubla el horizonte
Búsqueda vana. El transcurrir desgasta
El cansancio agobia. La juventud, lejana.
La madurez intenta, no puede detenerlo,
él sigue implacable, la integridad reclama.
Resiste, apacigua, calma
Devuelve la nostalgia del encuentro
Reconstruye en relatos momentos
que como legado eterno atesora el alma
Dócil, bendito, regalado,
es justo, nos iguala, nos abraza y acompaña.
Pasa inexorable, vertiginoso… y lento
Se despide en cada campanada
Abandona y alcanza…. trasciende y anonada.
Silencio
Lo siento… y lo dibujo: azul,
suave, tenue, de burbujas, de algodón.
Lo siento… y lo defino: intenso,
que cuestiona y que duele,
que pregunta y enmudece.
Es profundo, es enigma,
transita lento lo oscuro buscando la luz.
No puedo decirlo, es anterior a la palabra.
Es inmenso, es vacío. Es sosiego, es susurro…
Es mi silencio..!
me escucha y me abraza, acalla mi mente…
… y me libera.