Erasmo Pedro Sondereguer
Soy Erasmo Pedro Sondereguer. Firmo mis escritos: Erasmo Sondereguer. Nací en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, el 29 de octubre de 1939. Comencé a escribir a los doce años, alentado por mi padre, que también era escritor.
Publiqué un poemario en 1970: Canto y Realidad. Y una novela en editorial Argenta, Regresa para Regresar, en 1994. En 2011, se editó en ebook, mi novela Fuerzas Violentas, de editorial Emooby. Por Internet, en revistas: Letralia, El Túnel, Ariatna, Otro Cielo, Cronopio, Sin Fin y Archivos del Sur, y otras. En el diario Buenos Aires, Corazón porteño. En todos, poemas y cuentos. Y dos novelas: Expiación, en la editorial elaleph. Y Fuerzas Violentas en la editorial Emooby. Tengo novelas sin publicar.
A principios de 1980, realicé en Buenos Aires, una exposición colectiva de poemas ilustrados. En México, publique en los periódicos, La Opinión, el Sudcaliforniano, y en la revista Análisis. Vivo en México. Mi esposa es mexicana.
EN POS DEL UNIVERSO
En pos del Universo van los hombres
Son dioses del infierno que han creado
Son líderes del caos que han producido
Condenando a otros seres, no sabiendo
Que son ellos también los condenados
Gobernantes siniestros, van enfermos
De poder y temor por eso matan
Psicopática acción la que los puebla
El error de sentirse amos del mundo
Son violencia que engendra la violencia
Y a si mismos se ven tan miserables
Pues su ser va llevando cruel silencio
Por horrendo vacío de sus almas
Decadencia notable de Occidente
Se podría evitar con la conciencia
Y luchando cual Gandhi se avanzara
Con la luz inmortal que ya ilumina
La bondad de la sabia vida humana
Y millones de seres van surgiendo
Los que son los que fueron, los que vienen
Aplastando a tiranos democráticos
Que con pánico miran su caída.
Y está el ciego terror de horrendos locos
Con idéntica psicosis asesinan
Terroristas suicidas
Que invocando a su dios
Van a la muerte
Arrasando consigo
A tantos seres
Y en el terrible caos que va creciendo
Parece que encontraran dicha inmensa
Horrible el alarido de las bestias.
Y es por eso que el ser que está clamando
En millones de vidas debe abrirse
A la lucha sin sangre: de conciencia.
NUESTRO PLANETA TIERRA
I
Y vendrán otros seres a la Tierra destruida
Y hallarán una historia de inconsciencia suicida
Abrirán un museo
Un inmenso museo
Y serán exhibidos
Aquí están los humanos
Seres sabios, algunos
Ambiciosos, dementes
Santos, cristos, malvados.
Andarán por las ruinas
De los griegos, romanos
Y la América libre
Desde el sur hasta el norte
Donde fueron los Incas
Los Aztecas, los Mayas
Y verán los estadios
De Pelé y Maradona
Mucha mezcla en un circo
Que es humano y rezonga
Y al final, ¿qué ha quedado?
Destrucción y deshonra.
Es la tierra de Hitler
Napoleón y Mahoma
De Pascal, Mahatma Gandi
De Leonardo, de Sakespeare
Y las bellas señoras:
Pompadour, La Curie
y la dulce Madona
Pasen, entren, contemplen
El poder y la gloria.
Aquí tienen a un tigre
Un león, una foca
La ballena gigante
Un gorila sin manos,
Sin cabeza y le siguen
Tiburones sangrando
Las aletas le roban
Elefantes y rinos
Acabados sin gloria.
Extinción sin reservas
Y el humano se mata
Es suicidio sin honra
Es cantar pa’elcarnero
Cercenando la historia.
Un pasado ha quedado
Claridad entre sombras
Y el inmenso museo
Que es la Tierra deshecha
Fue glorioso planeta
Que ha caído a la lona
Y vendrán otros seres
Del espacio infinito
Individuos diversos
Que en los campos desiertos
Donde nada se advierte
Construirán edificios.
Cada vez serán menos
Las riquezas humanas
Que podrán divisarse
Pues culturas mezcladas
Harán nido en la Tierra
Sepultando lo viejo
Lo extinguido, inservible
Y el inmenso museo
Será sólo la historia
De la historia que un día
Colapsó sin remedio
Pareciendo al presente
Que ya está sin memoria.
Aunque habrá seres nuevos
Que anhelando saber
Sobre quienes poblaron
El antiguo planeta
Se harán muchas preguntas
¿Qué pasó? ¿Por qué fue
El desastre que hiciera
Perecer a la tierra?
Un calor paulatino
Derritiendo los hielos
Que en los polos había
Y otras zonas cercanas
Produjeron crecida
De los mares y ríos
Inundando sin pausa.
Hubo vientos terribles
Que arrasaron, matando
Y más tarde la calma
Una calma mortuoria
Extendida en mortaja.
Acabado el espanto
Que el humano lograra
Descendieron las aguas.
Al enfriarse el planeta
Los glaciares se hicieron
Y millones de cuerpos
En los hielos quedaron
Al llegar otros seres
Ya la tierra volvía
A crecer y formarse
Un terreno baldío
Sin control, con el ritmo
Natural de las cosas.
Y los seres diversos
De diversos planetas
Fueron nuevos colonos
De una Tierra desierta.
Los perdidos humanos
¿volverán algún día?
Que poquito fue el tiempo
Que estuvieron viviendo
Comparándose el lapso
Con el Gran Universo
Que en millones de años
Fue cambiando y creciendo.
¡Qué poquito fue el tiempo!
Y han dejado una estela
De silencios y espectros.
II
¿Oh, por Dios, qué sucede?
¿Qué inconsciencia nos puebla?
Mantengamos constante
El anhelo y salvemos
Nuestro amado planeta.
Y dejemos las luchas
Las terribles matanzas
Se nos cae, se derrumba
El hogar que destruimos.
Nos segamos idiotas
Sin sentir que perdimos.
Y hay reuniones muy pálidas
No llegamos a nada
Y el calor va subiendo
Se nos quema la casa.
¿Qué inconsciencia nos vive?
Que peleamos por pocos
Pedacitos de tierra
Y no vemos, ¡Dios mío!
Como cae el planeta.
Al talar bellos árboles
Al matar animales
Y terribles venenos
Los lanzamos al aire.
¿Qué esperamos, acaso?
¿Qué la tierra se acabe?
Aguardemos, entonces
O mejor, prosigamos
Apurando sin tino
El fatal desenlace.
III
Se ha conversado, se ha discutido
Sobre el efecto de invernadero
Y esas personas que lo platican
Son grandes líderes, aunque pequeños.
Y los acuerdos a ciertos plazos
son más palabras que hechos concretos.
Y sus conciencias tienen miopía
Falta de tacto, grave sordera
Pero la lengua la mueven rápido
Para intereses como es la guerra.
A las cansadas hacen reuniones
Reuniones cumbres, altisonantes
¿Y que resuelven?, ¡triste miseria!
Es de este mundo que ellos platican
Como si hablaran de otro planeta
Es increíble, nos horroriza
Que dependamos de aquella gente
Que dependamos y que decidan
Sobre la suerte de una sentencia
Que poco a poco se va cumpliendo
Por amplia falta de la conciencia.
Hagamos gala de ser humanos
Y no vergüenza
De que lo seamos.
FALSOS DIOSES
Destruyen y construyen
A su modo
A su antojo
A su arbitrio
Paladines del diablo
Semejándose a un Superman justiciero
Han limpiado maldad
Que su propia maldad está cubriendo.
Y en la historia se inscriben
Como héroes del caos que ellos producen
Imperios decadentes
Que creen huir del miedo
Aniquilando
No dándose ya cuenta
Que son a ellos mismos que se matan.
Y en la cumbre bestial que se han forjado
Arremeten con pánico a lo que temen
Y es desgracia terrible porque arrastran
A los pobres que gritan impotentes.
Se auto nombran los amos de la tierra
Cuando expresan con hechos su barbarie
Son monarcas de un reino que fenece
Y lo saben, sintiéndose cercados
Y es por eso que agreden como tigre
Que está herido, furioso, acorralado
Y soberbios prosiguen masacrando.
Luego llegan, después de las batallas
A construir cual ángeles benditos
Y sumando a sus bienes los ajenos
A su modo
A su antojo
A su arbitrio.