Lourdes González Suárez
Nací el 05 de Junio de 1972 en San Cristobal de La Laguna,Tenerife,Islas Canarias, España.
Curse Bup en el Instituto de Bachillerato Teobaldo Power. A los 28 años me traslado a Sevilla donde con 34 años empiezo a colaborar con la revista literaria Aldaba. Publicando Varios poemas y siendo finalista en el concurso de Cartas y Poemas de Amor de Rumayquilla con “Anónimo de amor”. Realice algunos cursos en talleres literarios, También recibí clases de Haikus. Publicando alguno en la revista que se extrajo del curso impartido. También he publicado en periódicos locales tanto de Sevilla como de las Islas. Colaborando en eventos de diferentes asociaciones con la lectura de poemas, tanto propios como de poetas homenajeados. En la actualidad preparo cursos preparatorios para entrar en la universidad mayores de 25 en la rama de la Psicología.
En un pecho abierto
A tientas en la oscuridad de mi habitación te busco,
te busco a ciegas, abiertas mis carnes,
abierto mi pecho desolado,
gastadas mis ganas de seguir en el sendero.
Te busco a sabiendas que no estarás,
que el olor que tu piel dejó en mis sábanas
aún engaña a esta mente fatigada
que añora desmembrar mi alcoba.
Te busca mi piel que se agrieta,
mis labios que te lloran,
te busca mi mente que te odia
mis sentidos que te adoran.
Te busco a sabiendas que ha caído la noche
y que tus labios silencian mi nombre,
a sabiendas que mi amor no es suficiente
y aún así, te busco en esta noche.
Acuarela.
ANGULO MUERTO
Perdí la razón cuando siquiera era conciencia,
se hizo el mundo,
luego el caos,
después la nada del reverso.
No pienses que es locura esta mesura
de amarte sin medida alguna,
a sabiendas que sólo soy una estructura
de algo que no existe,
de algo lleno de espesura.
Porque en el ángulo muerto de estas montañas
en las que contrariamente habito,
se encuentra el verso aún no escrito
de lo que siquiera yo entiendo.
Y es al mirarte, no antes ni luego,
cuando este caos se organiza
y empieza mi universo.
Lourdes González.
Acuarela.
Qué decir...
¿Y qué decir más allá de las palabras
o de esta necedad que a veces nos consume?
Si es así. Si te amo,
si más allá de mis costumbres estás tú.
O si al darme la vuelta y quedarme en las tripas,
tu presencia se encontrara anclada a mi alma
como si hubieses hecho en mis adentros
un nido de gorriones,
y desde allí te muestras
fértil, inmóvil, estacional e irreverente,
para llamarme sin estar,
para estar aún sin llamarme.
Como si al final de todos mis miembros
hallase tu exhalación perpetua,
Un tatuaje en la piel de dentro a fuera.
Si, ¿para qué urbanizar más allá de los pasos que una ama?
¿Para qué ir más allá de este crujir de almas?
Si es que es así aunque no quiera,
Y aunque no quiera estás en mí.
Lourdes González.
Acuarela
Horizontal en ti.
Quisiera vivir dentro de ti y habitarte,
amamantarme de tu cuerpo y en tu lecho,
poseerte más allá de cualquier horizonte
y sumergirme en el norte de tu pecho.
Agarrada a tus entrañas quiero ser tu amante,
para luego, ser fecundada en el destierro
de la cárcel siempre tierna de tu mente,
de la cárcel siempre tierna de tu pelo.
Quisiera vivir dentro de ti hasta saciarme,
habitarte como se habitan el nardo y el olor,
camuflarme entre tu piel con mi piel
hasta lograr vivir con mi amor en tu amor.
Aliñar tu boca con mis besos indecentes,
siendo el cascabel que se desboca por tu razón,
regalándote para siempre y hasta siempre,
los fluidos vitales de un corazón... mi corazón.
Lourdes González
Acuarela
A NOSOTRAS
A nosotras nos tiñeron un día
de fertilidad inútil,
de pústulas de frenesí,
mintiéndonos para que fuésemos
sólo un lecho ,
un hueco en el que ejercer
la prostitución para que nos amaran.
A nosotras nos bañaron de mentiras
de espasmos eréctiles,
de noches sin prisas
mientras nos crecía la nariz
y nos menguaban las tetas.
Nosotras fuimos la cicatriz,
el maremoto y la desnudez plena,
fuimos el claro ejemplo cotidiano
de que no regresaremos a un puerto
donde sólo se consumen
tradiciones y poco entendimiento.
Lourdes González
(Acuarela)
Tan sólo a dos pasos.
Me quedé dibujando tu boca,
dormida en tu abrazo,
me quedé descalza a tan sólo dos pasos,
dos pasos de ti,
de quedarme o partir,
Me quedé sin aliento cuando tus besos
se mezclaron con mis besos,
cuando tus manos silenciaron mis palabras
encendiendo mis necesidades.
Cuando agarrabas mis caderas
sin que importara el tiempo
sólo el vaivén de nuestros secretos y complicidades.
Me recorres cada noche desde entonces,
detenida en el borde del precipicio mientras tanto
¿y si salto?... ¿y si salto?
Pero caigo en la cuenta
que me quedé dormida dibujando tu boca
sin prisas por las prisas.
Cojo carera para tratar de llegar más allá de esta nada
que es no tener tu presencia,
donde vives en piel y se pronuncia tu esencia
a tan sólo dos pasos .
Lourdes González.
Acuarela.
“ Marañas ”
Hoy llueve, tu recuerdo me desgarra.
Como se deslía la mañana sosegada,
mi mente se empeña en desenredar
la tortuosa maraña que sale del alma.
Tal vez no te recuerdo como eras
y sea mi razón traicionera,
como tormenta furtiva que llega
a descargar caprichosa en mis entrañas,
quién te dé forma “quimérica”
en mi mente desconsolada y quebrada.
Ya carece todo esto de importancia,
llueve, y aún hoy en nuestra cama
sigo mojando las horas fatuas
en esta soledad que me acompaña.
Y sigo paseando contigo por la casa,
preparando comidas que se enfrían en la mesa,
como se enfría el otoño a la espera
del invierno gélido que lo releva.
Lourdes González.
Acuarela.
Mar De Olvido
Desapareces de mi vida y me desangro,
y se llenan mis espacios de más espacios.
Ya no brillan allá en lo alto las estrellas
y se cansaron de palpitar inanimados los astros.
A tu antojo vuelves a mi oasis,
a mis memorias de mentiras y oquedades,
a iluminar mi vida con tus soles
siempre y eternamente falsos.
En silencio…
como el raído barco que hace su último crucero
hasta el cementerio de lo ajado,
marcho en mil pedazos y otros tantos,
vagando por tu infinito mar del olvido
hasta mi siempre y eterno viaje por tus enfados.
Mis lágrimas son hoy desiertos entre tus manos
y mis penas, campos de caricias en tu ocaso.
Ya no te duelen mis dolores y me desmayo,
esclava de la torpe virtud de amarte
ya por siempre y mientras tanto…
Lourdes González.
Acuarela