Cenizas
La lluvia golpea mi ventana y
al acordarme de ti, mi corazón
una lágrima sangra.
Vestigios guarda mi memoria de algo
que ya fue, pero que retorna igual que
el sol en un nuevo amanecer.
Igual que el otoño, para ver sus hojas caer.
Igual que mi corazón cuando ve sus lágrimas sangrar
Cenizas II
La brisa que corre diáfana y sin prisa
me trae a la memoria tu figura de mujer
enamorada y coqueta.
El amanecer cobra sentido y el eco de tu voz diciendo te amo resuena en mis oídos y nuevamente, eres mi fresco rocío.
Y cual ave Fénix de las cenizas revivo
Cenizas III
La flor en su planta es flor porque vive y solo es fragancia cuando la cortas porque la acabas de matar.
Tu cortaste el tallo que nuestro amor
cobijaba y hoy solo nos queda la
fragancia de aquello que un día fue.
Morir por amor, es no morir, es dejar de sufrir
El amor, antídoto y veneno en la vida es.
Cenizas IV
El río viene crecido.
La naturaleza murmura y destila su hastío.
Pasó el vendaval, llegó la tormenta.
Ahora viene la lluvia que calma y consuela.
El alma luce tranquila y el corazón descansa,
Cenizas V
Mientras desnudas tu esencia de niño travieso,
Vuelas en busca de otro sol y de un nuevo cielo.
Como un astronauta enamorado del mar
Así de raro y contradictorio. soy de mi vida el espejo que no tendrá tu amor, pero tampoco su reflejo.
Circulo
Una pena tuve un día, tuve un día una pena
como pena tuve un día, hoy me quiero alegrar
tuve alegría un día, y hoy, quiero tener más,
como muchas alegrías tuve, hoy yo quiero penar,
voy a buscar otra pena para volver a empezar.
Génesis
Hastío y aburrimiento produce el silencio en aquel que se acostumbró a la bulla y desde la alegría supuesta pasa sus días vacío.
El fin de su tormento, como el de todos, le llegará de repente y partirá de este mundo sin haber conocido el porque ni el para que, del sabio y profundo silencio.
Entonces comprenderá el vacío en que ha vivido.
Grito de silencio
Tu mirada dulce e inocente dejo de melancolía y tristeza me permite entrever que en tu corazón una pena se anida.
Nada dice tu boca, tus dientes son de tu voz su tenaz carcelero, de a ratos juegas, de a rato haces las tareas que te acortan y alegran el día.
¿Cuál es la pena que tu corazón de treinta años, anida?
Una rosa roja recién cortada y llena de espinas en tus manos llevas escondidas, depositarlas es tu cotidiana tarea en un libro de poesías, donde suavemente las dejas caer
Sobre la amarilla fotografía de la bella mujer. que tus sueños vigila.
El Beso
Un beso no es solamente eso,
es un instante mágico donde
dos seres firman con sus labios
y en absoluto silencio un pacto de amor
que puede tener la levedad de un segundo
o gozar de vida eterna como el viento.
Roberto Escobar
Enero de fuego
Eres rocío que mi sed calma
En este enero de fuego, casi sin alma
Donde sus lenguas de rojo acero
El sol naciente nos muestra.
Voraz y de gloria hambrienta
Afila sus garras un águila
guerrera, apura su destino
la primavera de la vida eterna
Y vos allí, insufrible a la orilla del río Con tus rizos de oro, tirada en la arena Atormentando al guerrero con tu figura Mezcla de Diosa Griega y de Helena de Troya.
Saboreando las glosas de un poeta herido Que escribe con tinta roja lo que tu alma suspira.
¡ay maestra Hermosa¡, cuanto amor
y ternura tu piel destila
Las fronteras no existen, tu derribaste las
Murallas con tu risa. Enero ya termina
Febrero viene con una nueva brisa, en tu Trinchera
igual que yo, los niños contigo sueñan
¡OH maestra bella! Mitad mamá
Mitad doncella Febo ya se ha ido
La vida late sones de gloria
Hoy comienza una nueva historia.
Y tu allí inmortal Diosa. Consumiendo las
Glosas de un poeta herido, que escribe con
Tinta roja, lo que tu alma docente consume golosa,
!Ay maestra hermosa¡ cuanto amor y ternura tu piel destila.
(Porque la mujer que enamora a un poeta nunca muere)
El Nazareno
Montado en una blanca nube vas con
tus cabellos de oro al viento y un profundo
lamento que nace desde el alma trata de
ponerle fin a tu largo sufrimiento.
Coronado de espinas, va tu cabeza sangrando
y cada paso que vas dando hunde más tu
píe en el caliente polvo: la fría cruz de madera te espera,
y tu blanca mortaja será testigo de una cruel estafa
De llanto es reguero tu gloria sagrada con
vestido de novia va tu madre adorada
palpita tu corazón la muerte y una lagrima
por tu rostro cae inerte.
Penitente el cobarde pueblo, ve que tu vida
de un hilo pende, ya se lavaron las manos
ya marcaron tu destino, cansado tu frágil
cuerpo cae de nuevo en el pedregoso camino.
por fin alguien te ofrece una ayuda y carga la
pesada cruz y tu madre desesperada llora en
un sangrante silencio mientras ve como los
clavos sin piedad se inyectan en tus manos y píes
Padre, perdónalos no saben lo que hacen
Le dices a tu papá del cielo y mil palomas
Blancas levantaron vuelo, desparramando el
mas grande mensaje de amor para todo el pueblo
Pero ellos se encargaron de dejarte en la cruz
Para que nadie jamás se atreva a realizar lo que
Tu hiciste, de avanzar contra el poder político
Y religioso que al ser humano oprimía.
Tomaron por asalto al cielo, solo para cortar
La revolución es estos suelos, de oro son sus
Templos, aman el poder y el dinero, de lo que
Tu enseñaste nada aprendieron y como loro
Repiten sagradas escrituras que ellos mismo
Escriben, los Iscariotis hoy son muchos y se
Multiplicaron los nerones así que amado Jesús
A ti jamás, Jamás te bajarán de la cruz.
Tres Niños
Verde y brilloso después de la lluvia, el césped lucía y una pelota de plástico su redondez defendía.
Tres niños detrás de ella corrían, mientras sus risas de vieja sin dientes a lo lejos se oían.
Los arcos estaban hechos con piedras y remeras de hiel, que dejaban a los jugadores en piel.
Descalzos, sus uñas largas mostraban y en cada patada al balón de plástico una puñalada le clavaban.
Risas y mas risas, pero el tiempo corre de prisa y el sol se esconde, se termina el partido la mamá los llama.
Mañana serán hombres y recordarán sus risas, sus gambetas de tizas y el tiempo que se fue como un gato por las cornisas, cuando eran niños y a la pelota jugaban.
Roberto Escobar.
Karma
Abel salió de su casa silbando bajo, era de madrugada, en el camino se cruzó con la “Sole”, ella venía de trabajar, se prostituía, la saludo interrumpiendo el silbido solamente para decir, ¡hola Sol!
Miró al cielo y la somnolienta luna le hizo una guiñada cómplice, le pareció verla sonreír.
Ella sabe de mi amor, pensó.
En el silencio del barrio dormido, resuenan los altos tacos y el rechinar de una perezosa puerta, que se abre llena de quejas y herrumbre en las bisagras resecas.
Tentado Abel, se da vuelta y su mirada se pierde tratando de ver la figura de la mujer que ama.
Seductora ella sonríe y con el pulgar hacía arriba le muestra su afecto.
Abel se sonroja su amor quedó al desnudo.
Segundos antes de volver su mirada hacia el frente, siente el frío de un metal que se introduce en su estomago con un ruido estremecedor y seco.
¿Que hiciste hermano? Entre dientes murmura, mientras sus rodillas se clavan en el asfalto. El charco de sangre se expande.
Caín volvió a pecar.
Pero esta vez hunde sus rodillas en el charco rojo, abraza a su hermano y llora acongojado, antes de terminar con su vida también.
Los celos y el crimen, son su karma y los lleva con el.
ROBERTO ESCOBAR
El otoño, mi otoño
Cuando yo no este
Cuando haya partido
Hacía ese espacio
Hacia ese lugar
Del que dicen ya no se vuelve
Bate palmas y ríe feliz.
Recuérdame
Como a un enamorado esperando a su enamorada en el altar.
Como a un barco recién armado ansioso de conocer el mar Recuérdame Como se recuerda a un hombre que decidió ser lo que fui.
Solitario, soñador empedernido, amante de la vida Loco quijote defensor de los amigos y los amigos son todos.
Enamorado del silencio de las letras que lo dicen todo sin hablar.
Enamorado de su familia, de sus hijos.
Recuérdame finito, capaz de inocentemente fallar.
Recuérdame hombre.
Recuérdame pájaro.
O desprendida hoja de un árbol que el otoño echó a volar.
Bate palmas y ríe feliz.
Por que fui semilla
Porque fui flor
Porque fui fruto
Y por que través de ti volveré.
Para ser múltiple semilla otra vez.
Cuando yo no este
Cuando haya partido
Hacía ese espacio
Hacia ese lugar
Del que muchos dicen ya no se vuelve
Bate palmas y ríe feliz
Porque volveré como agua fresca de un río Como un humilde rocío en un nuevo amanecer.
Recuérdame, si me recuerdas.
Como una desprendida hoja de un árbol que el otoño de la vida echó a volar.
Como a un barco recién armado ansioso de conocer el mar
Roberto Escobar
AMOR SIGLO XXI
Aún no puedo descubrir donde reside tu secreto que me provoca esto que siento en lo mas profundo de mi pecho, estoy sin saber porque te adueñaste de mis sueños.
Haz correr tus velos déjame conocer tus secretos que provocan en mi ser, esta catarata de sentimientos que desnudan mis virtudes y muestran mis peores defectos.
Todo el día te extraño y te pienso distante, pero mi imaginación a ti me aproxima, hasta ver cada pliegue de tu piel amanecida y saciar así mi infernal inconsciencia que me mata.
El jardín para vos, está concluido, como un experto jardinero, puse la mejor tierra, la aboné con amor y la regué con la transpiración de mi pecho, la rosa azul que soñabas es hoy una realidad de la que podrás disfrutar.
Todo es posible, y todo lo que hago, tiene una dirección y un sentido, darte con el gusto hasta en lo imposible, dime cual es tu secreto, para lograr de mi, lo que aún no te haz merecido.
Me convertí en un tonto que solamente piensa en vos aunque tenga absoluta consciencia que eres lo peor que me puede pasar en la vida, porque tus caprichos me hicieron perder vuelo.
Hoy me arrastro como una víbora por el suelo, para andar detrás de ti, un reptil que hasta es capaz de morder a quien se te acerque o a quien de lejos te mire, quiero ser tu sombra y tu sol pero no quiero que me olvides.
te odio y te amo con la misma intensidad, con un sentimiento vivo y con el otro muero, así es mi vida hoy, acariciando sueños que ya no son míos, pesadillas que me embargan hasta hipotecar mi vida.
¡¡¡Maldito, maldito dinero!!!.
Roberto Escobar
Jesús mi amigo
Nunca lo vi., sin embargo puedo sentir su copresencia en mi vida, él integra mi paisaje lo veo siempre reflejado en otros, pero jamás pude verlo en persona, cuantos ojos tristes me hablan de él, cuantos sufrientes seres delatan y solicitan su presencia en sus vidas.
Hoy lo vi cortando ladrillo, era un hombre alto y quemado por los rayos del sol, muy huesudo, que encorvado con una pala cortita, preparaba el barro para sus adobes, y estaba contento, era día de pago, por fin terminaba la semana, hacía tres días que se había quedado sin un centavo, estaba hambriento, lo que ganaba no le alcanzaba para alimentar a su familia durante siete días, debía cortar mil ladrillos por jornada, que le garanticen cien pesos en las doce horas de arduo trabajo, cada gota de sudor se mezclaba con una invisible lágrima, que le desgarra su alma de ladrillero, también me encontré con Miguel, y en su media lengua me dijo que estaba bien cuando le pregunté sobre su estado de salud, tiene treinta años y una mente de cinco, su vocabulario es tan pobre que da pena, y allí estaba mi amigo Jesús, insuflándole fuerzas, alentándolo a seguir en su camino, Miguel nada entendía pero seguía sin saber por que ni para que. Hoy encontré a Jesús en don Carlos que carga sobre su vida un cáncer de garganta. su voz parece cortarse cuando habla, es ronca y frágil, igual que su cuerpo , igual que su vida, tiene mas de sesenta años y trabaja rejuntando limones, y cuando descansa, bebe, al parecer lo quiere exterminar al cáncer tomando vino día y noche.
Jesús también estaba al lado de Amelia, la precoz mamá que a los catorce años recibió en sus brazos inocentes a su primer vástago, la pobreza hace estragos en ella, porque la padece de la peor manera, sin medir las consecuencias de sus actos, hoy tiene tres hijos caminando y uno en gestación, con tan solo veinte años, sin presente, no tiene futuro. El plan social no basta.
El invierno arremete, el frío es intenso y no llega solo, la lluvia golpea mi humanidad, siento que mi sangre se congela mientras manejo la motocicleta, y pienso en esos seres que no tienen un abrigo, para protegerse del agua ni del frío, pienso en esos seres a quienes tampoco los espera un hogar, un plato de sopa caliente, o un poco de café para atenuar las inclemencias del tiempo, pienso en mis nietos, en el presente , y en el futuro y una helazón que no es fruto del invierno recorre mis espaldas, no tengo consuelo. Hemos construidos un mundo irracional y bestial, ¿Cómo es posible que unos pocos tengan tanto, y que tantos no tengan nada?.
Amado Jesús te imploro de rodillas, que nos permitas ver el otro rostro tuyo, el de la felicidad, por favor haz que en esta tierra se distribuyan mejor las riquezas, que todo lo planificado por vos y nuestro Padre celestial para sus hijos en este planeta llamado tierra, se cumpla inexorablemente.
Haz que se terminen las guerras, el hambre y las injusticias.
Que no tengamos pretextos para enfrentarnos, que mas bien exista espacio para encontrarnos como hermanos.
Que los ancianos y los niños, gocen del privilegio de serlo.
Que la sociedad comprenda que es mejor estar unidos que amontonados.
Que la religión, la patria, el agua, el oro, el petróleo, ni el dinero prevalezcan sobre el ser humano.
Roberto Escobar
Pedrito de la cara sucia
Ay pedrito de la cara sucia y tus dientes de sol, desnudos, tus pies desnudos, muerden el polvo de la desdicha y tu hinchada pancita muestra tu ombligo salido, y como dos higos partidos tus bolitas al viento, ponen al descubierto el roto de tu pantalón.
Entre risas y alboroto, corres de un lado a otro buscando la pelota, que es de trapo, no hay otra, en tu mano derecha un canuto de caña, te espera con su dulce líquido y en la izquierda, un trozo de pan duro que sufre tu voraz mordisco.
mientras tanto tus mocos, dejan marcadas sus huellas verdes, entre la nariz y tus labios carnosos, tu pelo largo y mohoso, endurecido de tierra y cenizas, alojan liendres de piojos, que provocan el enojo en aquellos que te discriminan y te ignoran, a esos, que en las iglesias moran, y adoran santos muertos, olvidándose que en este puerto están anclados santos niños que también pertenecen a este huerto, y que como vos pedrito de la cara sucia, son pájaros que trinan, aunque le hayamos hecho con nuestros yerros, una otoñal vida, sin casa, sin cama, sin escuela, ni comida.
por: Roberto Escobar
Metamorfosis
Apenas aparece la luna salís de tu cubil y como una loba, vestida con una ropa roja , vas en busca del lobo aquel que te llene de placer. Y en ese recorrer insaciable, llegas a ese burdel que reconoces como tuyo, y en ese mundo, en medio de un infernal barullo, una reina te sentís.
Los muchachos, que todas las noches dicen presente, en la larga y vieja barra azul, ya no miran tu figura ajada y deslizan sus miradas, hacia el almanaque , que colgado en la pared muestra una rubia figura rellena en siliconas, bajo la camiseta de boca. Pero tu, lejos de sentirte en la lona y sin ponerte loca, le guiñas un ojo al morocho , que por primera vez entra en el boliche y antes que se adapte al bullicio infernal, al telo de la otra esquina lo llevas.
Sos la reina de la noche que trabaja de ramera, para darle de comer a esos pobres niños, sin hogar y sin sustento y que sin vos, de hambre, seguro ya habrían muerto. Son las cinco, y arrastrando la roja ropa y tus ojeras, corres desesperada para volver a ser mamá, y en la parada equivocada esperas al ciento veintitrés y en ese trayecto pequeño, tu vida cobra vuelo y experimentas la metamorfosis cotidiana de transformarte todas las mañanas de prostituta en mamá.
ROBERTO ESCOBAR
Amor ausente
Ella se fue igual que siempre
dejándome su perfume en mi
almohada para llenar con su
aroma mis recuerdos pero también
para que mi tormento crezca
con su ausencia.
Nada podrá pasar
Ni el tiempo con su eterno ir y venir.
Ni el otoño
Hibrido mi sentido no se reproduce
ni encuentra eco en otra compañía
La extraño.
Me relaja su perfume de ausencia
y me duermo en mi almohada que me
arrastra hasta encadenarme a su mundo
La sueño.